Cómo pasé de ser un autor superventas de USA Today al trabajo sexual

Vendedor Perspectiva de los Vendedores

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El título realmente lo dice todo.

Como la mayoría de las personas que atraviesan una mala racha, en 2018-19 yo buscaba una salida saludable. Había pasado por algunos momentos difíciles en la vida y me sentía realmente decaída. Después de hablarlo con un terapeuta, se me recomendó encontrar una forma positiva de expresar todas las emociones que estaba sintiendo.

Siempre había sido una lectora—una lectora ávida. Durante mis años escolares no había momento en el que me pudieras encontrar sin un libro entre las manos. Devoraba de todo, desde ciencia ficción hasta romántica, fantasía a paranormal. Amaba perderme tanto en una historia que olvidaba completamente el mundo real. Incluso siendo adolescente, esa sensación era terapéutica para mí.

Avanzando rápidamente a mis años de adulta, dejé los libros a un lado. Me convertí en madre, trabajé y dediqué mi tiempo libre a la familia que estaba construyendo. No fue hasta 2018 que conseguí un trabajo que me permitía montones de tiempo libre mientras estaba en el reloj. Era un sueño absoluto, pero me encontré aburriéndome fácilmente sin nada que hacer. Pero descubrí que los libros todavía estaban allí, llamándome para sumergirme en sus páginas de nuevo.

Devoré todo lo que pude encontrar y me encontré enamorándome de las novelas románticas. La fantasía de la historia de amor 'perfecta' me hablaba. Hacía vagar mi mente y pensar en mis propias historias o cómo cambiaría las novelas que estaba leyendo para hacerlas 'mejores' en mi opinión.

En ese momento, la idea de escribir un libro era solo un sueño frágil. No tenía idea de cómo funcionaba el mundo editorial. No sabía dónde encontraría un editor, y sobre todo, no creía que a alguien le interesaría leer mis palabras.

Cuando llegó 2019, mi vida empezó a desmoronarse a mi alrededor. Me sentía perdida y sola y muy muy deprimida. Me encontraba luchando por hacer cualquier cosa, y mucho menos tomar un libro y escapar.

Hice todo lo posible por recuperar mi 'luz', pero no fue hasta hablar con un terapeuta y tomar una computadora portátil que realmente empecé a brillar de nuevo.

Encontré una comunidad en línea completa para publicar. Recopilé consejos y trucos, aprendí las cuerdas e investigué. Dios, cómo investigué.

En agosto de 2019 publiqué mi primera novela. No era la mejor, si soy honesta. Era corta, tenía una serie de agujeros en el argumento y no suficientes detalles, pero la gente aún la leía. La leían y la AMABAN. Eso solo me hizo seguir adelante.

Mi cerebro no se detenía. Idea tras idea me venía. Pasé noches en nada más que la luz de la pantalla de mi computadora portátil. Con cada nuevo lanzamiento llegaban nuevos lectores y más ingresos. Me volví adicta. Cada onza de tiempo libre que tenía la dedicaba a mis personajes—para crear la historia 'perfecta'.

Mi escritura poco a poco pasó de ser historias más dulces a más oscuras. Eran impulsadas por el fetiche y se centraban en desafiar los límites. Escribí sobre jefes mafiosos y sus contrapartes malas. Historias que exploraban elementos de los que la gente no se atreve a hablar en voz alta por miedo al juicio.

Mujeres de talla grande y los hombres que las aman. BDSM. Bailarinas exóticas. Una mujer amada por tres hombres.

Estaba en un subidón y no tenía planes de bajar. Luego, en julio de 2021, llegué a la lista de bestsellers de USA Today con la ayuda de algunos otros autores INCREÍBLES.

Me hizo sentir que estaba haciendo algo bien. Que este sueño alguna vez frágil había cambiado. Ahora era una realidad. Pero con todas las cosas buenas viene el agotamiento.

En diciembre de 2022, decidí dar un paso atrás. Me había esforzado por escribir miles y miles de palabras y mi cerebro ya no computaba. Las palabras ya no fluían y, en lugar de la alegría que una vez me trajo, todo lo que me quedaba era sentir estrés.

Di un paso atrás pero me aseguré de seguir siendo relevante en el mundo de los autores para cuando volviera.

Tomar un descanso dolió. Tocó algo muy dentro de mí que ni siquiera puedo explicar. La alegría que tenía cuando la gente venía a mí para hablar sobre cómo nunca habían leído una historia con sus fetiches o tipo de cuerpo representado se había ido. Me mataba. Pero luego, tuve otra idea.

No tenía que dejar de difundir mis palabras y aceptación, solo podía hacerlo de otra manera.

Tenía amigos en el campo del trabajo sexual y siempre decía, "huh. Lo que hago no es muy diferente." Y tenía razón.

Más investigaciones, una cámara y sueños en mi bolsillo trasero, comencé a tomar fotos de mí misma y a explorar diferentes vías en línea para el trabajo sexual.

Encontré personas a las que les encantaba mi aspecto. Gente que disfrutaba simplemente hablando conmigo y no ser juzgada. He aprendido mucho en mis pocos meses en esta industria y planeo seguir expandiendo mi conocimiento.

Todo esto para decir, incluso si sientes que no hay una audiencia para ti, ¡LA HAY!

El trabajo sexual tiene un estigma a su alrededor. Está oscurecido y mal visto, pero nunca he conocido a personas más comprensivas y aceptantes.

A todos los vendedores e incluso compradores aquí en ATW, no dejen que nadie disminuya nunca su brillo. Son perfectos tal como son, y algún día, el mundo entero lo verá.

XOX, YourGothGF_Bee

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